Aunque los dispositivos de vapeo (o ‘vapers’) que no contienen nicotina pueden considerarse menos riesgosos en comparación con aquellos que sí la contienen, todavía existen preocupaciones sobre su seguridad.
Aquí hay algunos puntos a considerar:
1. Ingredientes adicionales: Los líquidos para vapeo sin nicotina aún pueden contener otros ingredientes, como propilenglicol y glicerina vegetal, así como saborizantes. La seguridad a largo plazo de inhalar estos ingredientes no está completamente establecida.
2. Falta de regulación: La industria del vapeo ha estado en constante evolución y, en algunos lugares, la regulación no ha seguido el mismo ritmo. Esto significa que algunos productos pueden no cumplir con estándares de seguridad estrictos.
3. Efectos a largo plazo desconocidos: Dado que los dispositivos de vapeo son relativamente nuevos en comparación con los cigarrillos tradicionales, los efectos a largo plazo de su uso, incluso sin nicotina, aún no se comprenden completamente. Se necesitan más estudios para evaluar completamente los riesgos potenciales para la salud.
4. Adicción psicológica: Aunque los vapeadores sin nicotina no causarán adicción física a la nicotina, existe la posibilidad de que algunas personas desarrollen una adicción psicológica al acto de vapear. Esto podría llevar a la transición a productos con nicotina en el futuro.
5. Impacto en la salud pulmonar: Ha habido informes de problemas de salud pulmonar asociados con el vapeo, aunque la mayoría de estos casos parecen estar vinculados a productos adulterados o mal etiquetados. Sin embargo, es importante seguir investigando los posibles riesgos.
En resumen, aunque los vapeadores sin nicotina pueden considerarse menos perjudiciales que aquellos que contienen nicotina, no se puede afirmar que sean completamente seguros.
La investigación sobre los riesgos asociados con el vapeo, incluso sin nicotina, está en curso, y se necesita precaución hasta que se obtenga más información sobre los posibles efectos a largo plazo.